La Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicó la semana pasada un informe en el que alerta sobre una probabilidad del 70 % de que, entre 2025 y 2029, el planeta supere los 1,5 °C de aumento de temperatura media en comparación con los niveles preindustriales.

“Lamentablemente, este informe de la OMM no augura una mejora de las condiciones en los próximos años, lo cual tendrá consecuencias cada vez más adversas para nuestras economías, nuestra vida diaria, nuestros ecosistemas y el planeta”, advirtió la secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett, durante la presentación del informe.

“Con cada nueva fracción de grado de calentamiento, las olas de calor son más dañinas, las precipitaciones más extremas y las sequías más intensas, se acelera la fusión de los mantos de hielo, el hielo marino y los glaciares, y aumenta el calentamiento del océano y la subida del nivel del mar”, evaluó la OMM.

¿Qué regiones serán las más golpeadas por el calentamiento?

El calentamiento global impactará de manera desigual en distintas zonas del planeta. En el Ártico, las temperaturas aumentarán 3,5 veces más rápido que el promedio global y podrían situarse 2,4 °C por encima de la media de las últimas tres décadas.

Esta situación se agrava con la pérdida de hielo marino, que deja la superficie oceánica expuesta y disminuye su capacidad de reflejar la radiación solar. Por el contrario, regiones como la Amazonia enfrentarán un aumento de las sequías, mientras que el Sahel, el norte de Europa y partes de Asia podrían registrar lluvias más intensas que las habituales.

En términos de salud, Chris Hewitt, director de servicios climáticos de la OMM, subrayó que “el incremento de las olas de calor supone un reto cada vez más importante para la salud pública”. Aunque el panorama es preocupante, destacó que aún se puede revertir el calentamiento si se reducen drásticamente las emisiones de combustibles fósiles.